Te llevaste mi alma en tu aliento
Y mi corazón que parece ya,
No suspender sobre tu pecho.
Y que decir de aquella estrella
Que parece haber dejado su brillo
En algún rincón de la oscuridad.
Aunque aun no te haz marchado
La luna parece valenciana,
Mis esfuerzos vagos
Y tu presencia cada vez más lejana...
¡Cuánto deseo estar equivocado!
Dejaste tu alma perdida
En las hojas de un hermoso libro,
Bajo la eterna sonrisa
Y la añoranza de un niño;
Tu voz y su llanto en mi almohada
Me mantienen vivo...
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